Yo Corro, Tú Corres, Él Corre

Con dudas por las molestias en la rodilla derecha, inicié el calentamiento por las calles de Calella, muy muy suave. Con una hora y poco para comenzar la carrera, tenía tiempo de sobra para calentar a conciencia las articulaciones y comenzar bien 'engrasado' a correr.

Las primeras sensaciones no fueron muy buenas, las molestias estaban ahí y yo era un mar de dudas en cuanto a cómo se iba a desarrollar la carrera. Poco a poco, con el calentamiento y estiramientos, la cosa fue mejorando y para las diez de la mañana, hora de la salida, me encontraba en buenas condiciones a pesar de no haber realizado ninguna recta rápida (por miedo más que por otra cosa) de las que acostumbro a hacer en los calentamientos previos.

Se dio la salida. El día era maravilloso, soleado pero sin exceso de calor, entre 18-20 grados. Los primeros compases suaves para, a medida que se iba aclarando la carrera, ir aumentando el ritmo. Pero una vez enfilado el Paseo Marítimo, con algo más de un kilómetro recorrido, y cuando intenté aumentar el ritmo a 4:25, asomaron de nuevo las molestias. Volvía a aflojar el ritmo a 4:40 con las esperanza de que éstas remitieran pero no fue así. Un mar de dudas me asaltaban y me hacían pensar que aún faltaba mucha carrera y que, como las molestias fueran en aumento y se convirtieran en dolor, lo iba a pasar mal.

Hasta el kilómetro 10 fue todo un intento de coger buen ritmo y confianza en que las molestias desaparecieran. Pasé el Km 10 en 46':17'', a una media de 4:37 el Km y, acercándome a él noté que las molestias empezaban a remitir, lo cual me dio confianza para aumentar el ritmo y en el Km 14 ya rodaba a 4:22. Pero fue en este punto, cuando se volvía a coger el Paseo Marítimo en sentido contrario y, aquí, el aire daba de frente. No es que fuera una gran ventolera pero lo suficiente para molestar. Esto y el nulo entrenamiento de la semana me hizo bastante daño. Buscaba cobijo detrás de otros corredores y empezaron los primeros avisos de 'rampas'. En el Km 18 rodaba a 4:55 el Km (el ritmo más lento de toda la carrera) y, a falta de tres kilómetros, decidí apretar y encomendarme a la suerte para que una 'rampa' no me hiciera parar.

Al final, con varios conatos de 'subida de bola' en ambos gemelos, crucé la meta en 1h:38':33'' que, tal y cómo habían ido la semana y las molestias, no está nada mal.